Muro fronterizo dañaría flora y fauna
SALTILLO, COAHUILA (21/MAY/2107).- Del otro lado del río Bravo, en Eagle Pass, Texas, frontera con Piedras Negras, Coahuila, estadounidenses llegan a la orilla, sacan sus sillas de campo y se ponen a pescar entre patrullas fronterizas que van de un lado a otro.
Ahí, como atrapado, está un campo de golf. Sobre él se extiende el puente fronterizo por donde cruzan diariamente cientos de personas. Atrás se descuelga una valla metálica de cuatro metros y 81 kilómetros de largo que se construyó en la frontera coahuilense.
“Es una reja con espacios. No es continua”, comenta Waldo Terry, presidente de la asociación ambientalista Amigos del Río San Rodrigo, en Piedras Negras. La reja no ha impactado ambientalmente, “pero imagina un muro de seis a nueve metros y enterrado tres metros”, resalta mientras señala el campo de golf desde Piedras Negras.
La frontera entre Coahuila y Texas representaría 512 kilómetros de muro, lo que provocaría un aislamiento de poblaciones que pondría en peligro animales como el oso, el lobo mexicano, el zorro, el gato montés, el puma, los venados y muchos más, según especialistas.
“Con el muro ni las hormigas van a poder pasar”, dice Terry. Los animales migran en las diferentes estaciones del año a buscar comida, por lo que la valla se convertiría en un obstáculo para todas las especies; sin embargo, para el ambientalista los impactos iniciarían desde la construcción. “¿De dónde va a salir el material? son puros recursos naturales, minerales, todo va a salir de la piedra del río y eso genera un impacto”, expone.
Antonio Corona, biólogo de Piedras Negras, explica que la construcción provocaría erosión en el suelo, además de contaminación. Urge a realizar estudios de impacto ambiental y refiere que es casi imposible dimensionar el alcance de las afectaciones del muro que se pretende construir.
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